Por Luis Fernando Dávila
“No hay nada que festejar mientras no se revierta el descenso en el nivel de vida de la población causado por el desempleo, la restricción salarial y la pérdida del poder adquisitivo, pues constituye un elemento fundamental de la expulsión que las familias hacen de los infantes”, aseveró Javier Eduardo López, dirigente de la Unión Nacional de Organizaciones Solidarias y Economía Social (UNIMOSS).
En entrevista con motivo del “Día del Niño”, el dirigente señaló que con base a cifras de la UNICEF, en México más de 39 millones de menores de edad son vulnerables a todo tipo de explotación no solo laboral sino también sexual, a pesar de que están vigentes más de 60 normas y artículos para la protección y asistencia a infantes.
Javier Eduardo López refirió que el trabajo infantil coarta el derecho a la educación, condición en la que se encuentra 3.6 millones de niños mexicanos que laboran en condiciones de explotación, sin considerar que en algunos casos sufren violencia familiar.
“México se ubica en la posición 56 de 197 con mayor prevalencia de trabajo infantil, donde condiciones insalubres, falta de educación y otros derechos básicos afectan a los menores”, puntualizó.