La Jornada
El presidente Andrés Manuel López Obrador celebró el crecimiento de 0.1 por ciento de la economía en el segundo trimestre de año porque, dijo, con ello se “despeja el miedo, la intención de crear desconfianza” de una recesión económica.
En su conferencia matutina dijo que mantiene su expectativa de crecimiento de 2 por ciento al final de 2019 y se refirió a las cifras presentadas esta mañana por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y dijo que se trata de “una muy buena noticia”.
Para el mandatario, “contrario a lo que pronosticaron algunos, que se iba a caer la economía e íbamos a entrar en recesión, afortunadamente la economía creció. No les funcionó su pronóstico a los expertos. ¿Cómo estaban las apuestas? Que se iba a caer la economía. Estuvieron dale, dale y dale”.
Nuevamente López Obrador definió que la economía del país “va muy bien” e insistió que, en contraste con la expectativa de los analistas, que estimaban un segundo trimestre de menor crecimiento, “resultó que no. Insistieron tanto en la recesión, llevaron a crear dudas, cierta incertidumbre”.
De acuerdo con el Inegi, en el trimestre de abril a junio, el Producto Interno Bruto (PIB) creció 0.1 por ciento en términos reales, en comparación con el primer trimestre de 2019 con cifras ajustadas por estacionalidad.
En este mismo periodo, al analizar por componentes, las actividades terciarias crecieron 0.2 por ciento, las actividades secundarias se mantuvieron sin variación, y las actividades primarias -es decir el campo- cayeron 3.4 por ciento.
Además, el Inegi indicó que hubo un crecimiento de 0.3 por ciento real al comparar todo el primero semestre de 2019 con el mismo periodo del año pasado.
López Obrador refutó las críticas respecto de que el bajo crecimiento de la economía se debe al recorte del gasto público.
Sostuvo que las cifras del segundo trimestre demuestran “que sí, con austeridad, gastando bien, se puede crecer. Que con el gasto bien orientado a quienes más lo necesitan se puede reactivar la economía, nada más que abajo”.
Dijo que, a diferencia del sexenio de Enrique Peña Nieto, “ya no hay mal humor social. A lo mejor en algunos. Cada vez son menos los que están aferrados y no entienden, no quieren aceptar la realidad”, declaró